El equipo de Análisis de Agencia Negociadora ha elaborado una relación de los fallos, errores y equivocaciones que cometen los usuarios financieros con más frecuencia. Se ha realizado a partir del examen de los últimos 750 expedientes de solicitud de agrupación de créditos.
Podría decirse que la mayoría de los fallos y situaciones que éstos acarrean se podrían evitar con algo de educación financiera y un poco de serenidad antes de tomar decisiones de endeudamiento; pero también es verdad que en un momento de dificultad o presión cualquiera puede fallar. Les pasa también a personas con formación superior en general, y financiera en particular. Sea como sea a veces la bola del malendeudamiento se hincha hasta que llega la hora de poner solución al problema a través de un programa integral de ordenamiento financiero personal o familiar.
Un rasgo común es que muchas personas, a la hora de informarse sobre temas económicos, acudan primero a familiares o amigos y no a expertos. Personas que creen tener conocimientos y que la mayoría de las veces ejercen una mala influencia. A veces es peor una mala información que ninguna información.
1.- Descontrol en los gastos corrientes. Suele ser el origen de todos los problemas. Observamos claramente cómo hay casos en los que no existe ningún tipo de control sobre los gastos mensuales. No existe un presupuesto para poder organizarse y tener un colchón para no tener que endeudarse con financiaciones urgentes cuando surgen imprevistos. Luego viene la bola.
2.- No entender qué es una financiación y para qué sirve Esto quiere decir que se empieza financiando caprichos y se acaba pagando a plazos los gastos corrientes, de lo que se derivada un incremento constante de la deuda. Por ejemplo:
3.- El extra endeudamiento
4.- No conocer el mecanismo de las demoras de los pagos
5.- Pensar que los intereses de una financiación se calculan sobre el principal y se asignan a partes iguales a cada cuota Calculan el interés sobre el total del préstamo y dividen la suma con el principal entre las cuotas, con la sorpresa de que lo que finalmente se paga es muchísimo más de lo que se había previsto.
6.- Mezclar la actividad profesional (autónomos) con lo personal Esto es, confundir la caja con el beneficio y convertir la deuda de la actividad profesional en deuda personal. En muchos casos hay que cancelar financiaciones para furgonetas, ICOs, etcétera, con una hipoteca.