17/09/2021, ABC, Daniel Caballero.

Este año habría de ser el de la recuperación, pero no total. De hecho, todavía planean sobre España multitud de turbulencias; las últimas, una inflación disparada y un precio de la electricidad que bate récords cada semana. Las dudas sobre la economía española no terminan por despejarse y, ante ello, la banca tira de prudencia, tanto por iniciativa propia como externa, en la concesión de nuevas hipotecas.

Los préstamos para vivienda en el primer semestre de este año han superado en algo más de 20.000 a los firmados en 2020. La razón: que en lo peor de la crisis, el sector estuvo bastante parado por el Covid. Al calor de la vuelta a la actividad, las hipotecas se han ido reactivando y la banca ha ido extremando también las precauciones, por momentos.

Uno de esos momentos es este ante los movimientos sísmicos con la inflación y la luz, como confirman fuentes financieras y reconoce también Agencia Negociadora, fintech dedicada a la intermediación hipotecaria. Desde esta compañía destacan que las turbulencias económicas son causa y tienen su efecto: «Hacen encender las alertas en los departamentos de análisis de riesgos de las entidades financieras, sobre todo en lo relativo a la concesión de hipotecas. Los bancos endurecen las condiciones y hoy es más difícil que ayer conseguir una hipoteca».

«Lo más preocupante son las señales que anticipan un incremento de la morosidad general de la banca que, si bien se mantiene estable, anuncia marejada en el corto plazo, según el Banco de España, que ha identificado las primeras señales de un potencial deterioro en la calidad crediticia de los préstamos», explican desde Agencia Negociadora. Lo cierto es que la morosidad bancaria está en menos del 5%, cuando en la crisis financiera más que se doblaba. Aunque como en todas las recesiones, los créditos dudosos no dan la cara en momentos tempranos. «Otra señal de sobrecalentamiento del crédito dudoso es el dato de solicitudes de operaciones de agrupación de créditos, que ha crecido un 11% hasta septiembre, según datos de Agencia Negociadora, lo que representa un total de 18.631 solicitudes en 2021, frente a las 16.785 de 2020», añaden en la citada fintech.

La banca vuelve ahora a extremar las precauciones en sus departamentos de riesgos, pero eso no quiere decir que las concesiones bajen, sino que las condiciones pueden ser peores.

En este sentido, en ciertos casos se opta por no dar los mismos tipos de interés a todos los clientes, o el mismo porcentaje respecto de la tasación del inmueble o que se exija una mayor vinculación. Condiciones peores o extra para conceder una hipoteca, lo que dificulta en algunos casos el acceso al préstamo para vivienda.

Más allá de ello, para los bancos actualmente es primordial el tipo de vinculación laboral con la empresa, la antigüedad, que sea indefinido... Aquí, los colectivos que tradicionalmente han salido ganando son aquellos que tienen mayor estabilidad laboral, y en España eso equivale a aquellos que cuentan con plaza fija de funcionario en la Administración.

Unido a todo ello, fuentes bancarias destacan que las entidades financieras también tienen la ‘obligación’ de ser responsables en su operativa de crédito, para evitar también burbujas de crédito como la que se generó en la anterior crisis. «La ley de crédito inmobiliario de 2019 reforzó el papel de los bancos con respecto a la protección del cliente y les impuso obligaciones claras en la concesión de financiación hipotecaria. La financiación de los bancos debe ser transparente y también responsable en un entorno de elevada incertidumbre económica como el actual», explican estas fuentes.

La tendencia es que mientras la recuperación económica no sea una realidad totalmente sólida, la banca no podrá relajarse. También en buena medida porque el Banco de España así lo exige; la institución en reiteradas ocasiones ha pedido prudencia al sector con el nuevo crédito pero, especialmente, a la hora de prever el que podría entrar en dudoso. En suma, calcular bien las provisiones.