F.G.
Familia está compuesta por una funcionaria de 50 años y su esposo, trabajador indefinido de 57 años con más de 10 años de antigüedad. En conjunto, afrontaban una carga financiera mensual de 2.734,91 €, derivada de cuatro préstamos personales y dos tarjetas de crédito. Esta situación comenzaba a generarles una presión económica considerable, dificultando la gestión de su presupuesto familiar. Aprovechando que su vivienda estaba libre de cargas, decidieron contratar una hipoteca de reunificación a 15 años, utilizando su propiedad como garantía. Esta opción les permitió consolidar todas sus deudas en un único préstamo con una cuota mensual mucho más asequible. Con la nueva hipoteca, su cuota mensual se redujo a 940,42 €, lo que representa un ahorro de 1.794,49 € al mes. Esta reducción ha supuesto un cambio radical en su economía familiar, permitiéndoles recuperar el control financiero y vivir con mayor tranquilidad.