Madrid, 22/11/23.- La deuda financiera de las familias tocó el pasado septiembre mínimos desde el año 2006, al descender hasta los 676.930 millones de euros, según datos del Banco de España. Sin embargo, ese menor endeudamiento global ha corrido paralelo a una clara atomización en el número de acreedores y de financiaciones, debido a la progresiva aparición en el mercado de fuentes de crédito no tradicionales, como microcréditos, crédito rápido, crédito revolving, financieras de telecos y de big tech, entre otros.
Así, según información de Agencia Negociadora, en los últimos cuatro años el promedio de financiaciones de los particulares (en operaciones de agrupación de créditos) ha pasado de 3,6 a 5,4. Esa dispersión del crédito dificulta su control efectivo, ya que, aunque la deuda total no se incremente, muchas pequeñas financiaciones llegan a son intrínsecamente problemáticas, al perderse la consciencia de la existencia de la deuda y, en muchas ocasiones, incluso olvidarla, abocando a una situación en la que el tradicional sobreendeudamiento deriva en malendeudamiento, esto eso, en desorden financiero.
En los últimos cuatro años, los importes que se refinancian permanecen estables en el entorno de los 100.000 euros (incluyendo la hipoteca), pero el hecho de que crezca el número de financiaciones habla bien a las claras de los riesgos de acudir a la intensa y variada oferta crediticia al alcance prácticamente de cualquier persona solo con su DNI.
Año | Importe refinanciado | Nº de financiaciones |
2020 | 96.300 | 3,6 |
2021 | 99.092 | 4,1 |
2022 | 102.334 | 4,6 |
2023 | 102.077 | 5,4 |
Crédito de tarjetas financiado, crédito revolving, compras a plazos… Es el cóctel perfecto para incurrir en malendeudamiento. En estas fechas, con el Black Friday, empieza la carrera por el consumo desaforado, por lo que resulta importante alertar sobre la importancia de pensar antes de comprar.
Agencia Negociadora recomienda no prolongar a más de 90 días el plazo de financiación vía tarjetas, dado que muchas entidades ofrecen la posibilidad de aplazar sin intereses, por lo que resulta aconsejable informarse de qué entidades nos ofrecen esta posibilidad. En todo caso, no es recomendable utilizar las tarjetas como una disposición de crédito instantáneo, sino sólo como medio de pago a 30 días.