07/07/2024, ABC, Daniel Caballero
El mercado hipotecario empieza a dar signos de recuperación tras la cierta atonía mostrada desde el inicio de las subidas de los tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE). Y lo esperado por analistas y entidades financieras es que los préstamos para vivienda recuperen gran parte de su vigor a partir del verano, empujados por las ofertas que ya está preparando la banca para la última parte del año -en hipotecas fijas especialmente- y la bajada paulatina del euríbor. Las subidas de los tipos desde el 0% hasta el 4,5% provocaron la subida más rápida de la historia del euríbor. El diciembre de 2021 el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España estaba en mínimos históricos del -0,5%. En 2022 volvió a terreno positivo por el encarecimiento del precio del dinero por parte del BCE -ya que el euríbor no deja de ser el interés al que se prestan dinero los bancos entre sí, por lo que está íntimamente relacionado con los tipos- y a mediados de 2023 alcanzó su pico por encima del 4,15%.
En la última parte de 2023 ya se descontaba que el BCE bajaría pronto los tipos, y el euríbor se adelantó con las primeras bajadas.
El descenso de tipos tardó algunos meses en materializarse, hasta junio no llegó, y este julio podría producirse un nuevo recorte de tipos. El índice hipotecario, por ello, está continuando ahora su bajada. A cierre del 5 de julio, el euríbor había descendido hasta el 3,58%. Esta cifra, de mantenerse el resto del mes, supondría marcar el mínimo de los últimos 17 meses y en términos interanuales la caída sería de alrededor de seis décimas.
Ante esta tendencia de recorte de tipos y bajada del euríbor, los bancos están ya reaccionando, aunque de manera tímida todavía. Fuentes del sector indican que en algunos casos ya se están abaratando las nuevas hipotecas que ofrecen, principalmente a tipo fijo y a tipo mixto, pero que no es algo del todo generalizado.
La realidad es que las entidades financieras están muy pendientes de lo que decida el BCE en su reunión de este julio sobre los tipos, por eso aún se muestran cautas. Pero sí reconocen que tras el verano habrá movimientos de más calado en las ofertas hipotecarias ya que a partir de ahí sí se espera que se consoliden las bajadas de tipos y el euríbor siga esa senda.
Actualmente las ofertas de la banca a fijo se mueven por lo general en el 3,5% TAE, e incluso menos en entidades digitales como Openbank. Así las cosas, en mayo, último mes con datos oficiales, la TAE media en las nuevas operaciones de crédito para vivienda era del 3,59%, según cifras del Banco de España, casi igual que en abril. Ese porcentaje está llamado a bajar y fuentes del sector señalan que en la última parte del año será más o menos habitual encontrarse con hipotecas a tipo fijo a menos del 3%.
Desde Agencia Negociadora, por su parte, también confirman esta situación de mejores precios para el consumidor: «Será a partir del verano cuando los bancos se lancen a mejorar sus ofertas. Pero la guerra comercial será particularmente agresiva en el último trimestre de este año».
El foco, asimismo, estará puesto en el tipo fijo -y el mixto en menor medida-. «Los bancos van a mejorar sus ofertas, pero querrán hacerlo en productos que les garanticen un margen mayor, que, en esta coyuntura, serán las hipotecas a tipo fijo, que son las que se potencian en un escenario bajista de tipos. Cuando se prevea una estabilización a medio plazo será cuando la oferta a tipo variable tenga un lugar más destacado en el catálogo de las entidades.
Este escenario está previsto que genera una nueva guerra comercial entre entidades por captar clientes, y las hipotecas son un filón en este sentido. Antes de las subidas de tipos ya se produjo un aluvión de robos de clientes entre bancos, lo cual desde Agencia Negociadora vaticinan que volverá a ocurrir desde finales de año: La guerra comercial se prevé que ocurra en el tipo fijo. También se espera que los bancos se roben clientes entre sí, como antes de las subidas de tipos.
«Podría incluso ser más intensa, porque al reducirse los márgenes de los bancos por la bajada de tipos estos tendrán mayor voracidad por captar el mayor número posible de clientes, para así mitigar el impacto en la cuenta de resultados derivado del parón en la concesión de hipotecas, que ya se está recuperando».
