06/06/2025, ABC, Daniel Caballero
Las familias españolas se preparan ya para las vacaciones de verano. Cada vez se anticipan de más las reservas para tratar de coger los mejores alojamientos e intentar ahorrar unos euros. La inflación de estos dos años, que todavía sigue como telón de fondo, es una presión ineludible sobre los costes que asumen los hogares pero eso no está siendo obstáculo para disfrutar de unas semanas de descanso; hay quienes tiran de ahorros y hay quienes cada vez más optan por financiar sus vacaciones, pese a los riesgos que eso conlleva. En la banca llevan desde antes de la Semana Santa detectando una aceleración en el crédito para consumir, dentro del que se engloba el que se destina para vacaciones. Tanto a nivel de operaciones como por importe. Reconocen que una gran parte sigue destinándose a otras partidas, pero los viajes ganan cada vez más peso, al calor de la estrategia comercial que llevan a cabo las entidades financieras. En abril, último mes con cifras en la base de da-tos del Banco de España, el saldo vivo en crédito al consumo alcanzó los 100.030 millones de euros, una cifra que no se veía desde marzo de 2009. Esto es un 6,21% más en términos interanuales, un alza que no se veía desde hace dos años. La tendencia de los últimos meses es clara. En 2020 y 2021 sí que se vieron meses de caída en la financiación al consumo, pero a partir de ahí ha sido todo crecimiento. Y este 2024 el incremento del saldo de este tipo de préstamos ha ganado vigor superando todos los meses el 5%, hasta llegar a abril con una subida del 6,21%. Las entidades financieras confirman que en ese mes ya se ha contabilizado una parte del crédito que se ha dado para que las familias se vayan de vacaciones desde el mes de junio. Y que este pasado mes de mayo la tendencia ha sido también de un «crecimiento destacado en consumo», según fuentes del sector, empujado principalmente por los viajes que se han ido contratando. Lo cierto es que los bancos llevan un trimestre haciendo fuerza para comercializar más este tipo de préstamos.
Donde se ha hecho más fuerza es en los llamados préstamos preconcedidos, esos que aparecen en la aplicación móvil y a los que el cliente puede optar casi sin necesidad de acreditar nada. Las entidades cuentan con procesos internos, con inteligencia artificial y procesamiento de datos, para plantear de manera automática los créditos que le pueden ofrecer de manera personalizada a cada cliente. Es decir, cada vez es más fácil pedir un crédito. Los bancos son conscientes de que el crédito al consumo entraña normalmente mayor riesgo, pero también que es de los más rentables. A lo largo de 2023 se han llegado a ver TAE media del 9,5%, empujadas por los tipos del Banco Central Europeo (BCE). Ahora eso se ha reducido por debajo del 8,8% y lo previsto es que continúe descendiendo para animar más la demanda. Todo eso, además, llega en el verano en que irse de vacaciones será el más caro de la historia Como publicó ABC, el desembolso medio por pasar una semana en la playa en agosto alcanzará los 1.160 euros frente a los 1.055 del año pasado, lo que equivale a 105 euros más a la semana respecto a 2023. Con todo, irse de vacaciones a crédito nunca es la mejor de las opciones. «Creemos que endeudarse para pagar las vacaciones es una señal de alarma para la salud financiera familiar. Las deudas al consumo hay que reservarlas para bienes necesarios en el día a día (un vehículo o un electrodoméstico) o servicios que supongan una inversión a futuro, como un master», señalan desde Agencia Negociadora, em-presa de renegociación de deudas. Al mismo tiempo, añaden que «nunca hay que perder de vista que una deuda tiene un coste económico, directo, que son los intereses. Pero además es un gasto emocionalmente oneroso, porque hay que afrontarlo después de haberlo disfrutado». Es por ello que recomiendan «mejor ahorrar una pequeña cantidad a lo largo del año» para poder irse de vacaciones en verano. Asimismo, según el último barómetro del crédito de Asufin, el principal motivo para pedir un préstamo sigue siendo obtener liquidez, en el 24,5% de los casos. Pero la contratación de viajes ha crecido hasta el 12,2% de casos. Hipotecas Frente al crecimiento del préstamo al consumo está el crédito para vivienda, cuyo saldo lleva cayendo desde finales de 2022 por el descenso en la petición de hipotecas y las amortizaciones que han hecho los hogares.
Las amortizaciones ya han vuelto a valores normales y la nueva producción se va recuperando poco a poco, más aún ahora que los tipos comienzan a descender y eso tira hacia abajo del euríbor. Durante gran parte de 2023 se vieron caídas interanuales de saldo superiores al 3%, mientras que en abril de 20241a caída ya se había moderado al 2,1%. En breve se espera que la variación vuelva a positivo con la recuperación del mercado hipotecario. El euríbor en todo esto tendrá una protagonismo principal, si consolida las bajadas. Los analistas estiman que podría terminar el año en el entorno del 3-3,25%, frente al 3,7% actual. Los bancos prevén que la última parte del año debería ser bastante positiva en hipotecas. En este sentido, las entidades ya están diseñando sus estrategias comerciales para después del verano en este segmento, para animar la demanda. Y la manera de hacerlo, según transmiten fuentes financieras, será abaratando tanto las hipotecas fijas como las mixtas, que es en las que tienen más margen de actuación.
