23/11/2025, EL Confidencial, Elena Sanz
Alfonso acumulaba una deuda total de 325.000 euros compuesta por una hipoteca y varios préstamos, incluyendo 10 tarjetas revolving con un tipo medio del 22% TAE, que sumaban 60.000 euros. La elevada carga financiera le generaba una cuota mensual insostenible: 4.686 euros. La reunificación de todas esas deudas en una nueva hipoteca de 375.000 euros a 30 años y al 3,75% TAE le permitió cancelar todas las deudas anteriores, incluyendo las tarjetas.
Aunque el importe hipotecario aumentó en 50.000 euros, la operación redujo la cuota mensual en 2.950 euros, liberando liquidez y eliminando intereses abusivos. La operación le supuso a Alfonso un ahorro anual en cuota de 34.524 euros y un ahorro estimado en intereses en torno a 313.125 euros.
Este ejemplo pone patas arriba una máxima que existe en el mercado financiero y que rara vez se cuestiona: "si bajas la cuota y alargas el plazo, acabas pagando más". Esta afirmación puede ser válida en determinados contextos teóricos, pero no puede aplicarse de forma generalizada. Los datos de este caso particular, facilitados por Agencia Negociadora, especializada en reunificaciones de deudas, la desmontan.
El perfil habitual incluye tarjetas revolving, préstamos personales y créditos, todos con unos TAE muy elevados Y no solo eso, sino que un reciente análisis elaborado por esta compañía para conocer el impacto real de la reunificación de deudas desafía esta lógica, calificándola de inexacta cuando se aplica a la reestructuración con garantía hipotecaria. Y es que, para entender por qué la reunificación puede llegar a ser más barata a largo plazo, primero hay que analizar qué tipo de deuda acumulan las familias.
Según los datos de Agencia Negociadora, el perfil habitual del cliente que acude a las reunificaciones incluye tarjetas revolving, préstamos personales y créditos rápidos. Productos, todos ellos, que se caracterizan por contar con unos tipos anuales equivalentes (TAE) que superan frecuentemente el 20% y sistemas de amortización de capital mínimos.
Reunificación, pero con garantía hipotecaria detrás
El estudio, basado en datos de dos décadas de gestión y el análisis de más de 400.000 operaciones, asegura que la reunificación no es simplemente un mecanismo de supervivencia, sino una herramienta de eficiencia financiera.
"El modelo de pago mínimo de las tarjetas mantiene el saldo vivo prácticamente inalterado. El cliente paga durante años sin reducir el principal, convirtiendo la deuda en una obligación cuasi perpetua donde el coste real supera con creces lo financiado", explica Luis Javaloyes, CEO de Agencia Negociadora.
Frente a este escenario, la comparación mecánica de plazos resulta errónea, según la compañía, ya que no se trata de comparar un préstamo personal a 5 años con una hipoteca a 20, sino de comparar una deuda al 22% TAE que apenas se amortiza, con una financiación al 3,5% - 4% TAE que reduce capital desde la primera cuota.
"El discurso financiero tradicional simplifica en exceso una realidad matemática compleja. La reducción de cuota no siempre supone un encarecimiento total de la deuda. En muchos casos, lo que se produce es una reconfiguración financiera que sustituye préstamos de muy alto coste por financiación más eficiente y con un horizonte temporal cierto", sostiene Javaloyes.
Eficiencia matemática: coste total versus plazo
Y es que el análisis técnico debe considerar no solo el plazo, sino la naturaleza y el tipo de interés de las deudas canceladas. En la práctica, las operaciones de reunificación suelen concentrar deudas de consumo, como tarjetas revolving, préstamos personales o créditos rápidos, productos caracterizados por tipos de interés nominales superiores al 20% TAE y estructuras de pago que apenas amortizan capital. Estas configuraciones hacen que el coste total de la deuda se dispare, aunque el consumidor perciba que paga una cuota asequible.
"La clave reside en el diferencial de tipos", destaca Javaloyes. "En este sentido, al sustituir una cartera de deuda fragmentada y cara por un préstamo unificado con garantía hipotecaria, el tipo de interés se reduce drásticamente (en torno al 3,5%-4% TAE).
Esto provoca que, incluso alargando el plazo de devolución, la factura final de intereses sea a menudo inferior. No se trata de extender artificialmente el plazo", prosigue, "sino de transformar la naturaleza del endeudamiento. Pasamos de un modelo que devora la capacidad de ahorro a uno que permite recuperar el control financiero".
"La reunificación permite pasar de un modelo que devora la capacidad de ahorro a uno que permite recuperar el control financiero"
"Los datos empíricos demuestran que, en contextos donde se sustituyen deudas de alto interés por una hipoteca a tipo reducido, la reunificación no incrementa la carga financiera global, sino que la disminuye de forma significativa. Y te pongo otro ejemplo práctico. Un consumidor con varias deudas al 18-22% TAE, que solo amortiza una fracción mínima de capital, puede estar destinado a pagar intereses de forma indefinida. Si esas mismas deudas se refinancian mediante un préstamo hipotecario al 3,8% TAE, el coste total a lo largo de la vida del nuevo préstamo será, en la mayoría de los escenarios, inferior, incluso si el plazo final es mayor".
El estudio elaborado por Agencia Negociadora destaca los efectos colaterales positivos en la economía doméstica. La operación de reunificar deudas habitualmente permite una reducción de la cuota mensual superior al 50%. Y, al liberar flujo de caja, se genera un efecto inmediato, ya que las familias pueden volver a ahorrar y crear fondos de contingencia para imprevistos.
Asimismo, al tener liquidez, se evita caer de nuevo en la contratación de créditos rápidos para gastos corrientes. Según Javaloyes, "liberar liquidez mensual no es solo una cuestión de comodidad. Es una herramienta de prevención. Las familias con margen de maniobra son más resistentes y resilientes ante imprevistos y menos dependientes del crédito caro. Además, existe un factor psicológico y administrativo relevante. La reunificación simplifica el caos operativo de gestionar múltiples recibos con distintas fechas y condiciones, aportando trazabilidad y previsibilidad a la economía familiar", destaca el CEO de Agencia Negociadora.
En este sentido, la reunificación no debe verse como una "huida hacia adelante", sino como una operación de saneamiento del balance familiar. Al reconfigurar el pasivo sustituyendo deuda ineficiente por crédito sostenible, se reduce el riesgo de morosidad y se estabiliza la economía del hogar.
"Reunificar de forma responsable significa pagar menos por lo mismo, recuperar el control y ganar tranquilidad. La solvencia no se garantiza con plazos cortos y cuotas asfixiantes, sino con estructuras de pago sostenibles", concluye Luis Javaloyes.




Agencia Negociadora está inscrita con el nºD064 en el Registro de Intermediarios de Crédito Inmobiliario del Banco de España y con el nº 195/2011 en el Registro Estatal de Empresas de Intermediación de Contratos de Préstamo, previsto en la Ley 2/2009.